Entre los beneficios del calentamiento por inducción encontramos la clara mejoría en las tasas de productividad, ya que la inducción es muy rápida: el calor se genera directa e instantáneamente en la pieza (por ejemplo, más de 800ºC en menos de un segundo en algunos casos). Por supuesto, otro de los beneficios recae directamente sobre la calidad del producto, pues la pieza tratada nunca entra en contacto directo con una llama u otro elemento de calor, sino a través de una corriente alterna.
¿Por qué el calentamiento por inducción es un método único y diferente?
En los métodos más comunes de calentamiento, una antorcha o una llama se aplica directamente a la parte metálica. Sin embargo, en el calentamiento por inducción, el calor es realmente “inducido” dentro de la pieza gracias a la circulación de corrientes eléctricas. Este calentamiento se basa en las características únicas de la energía de radiofrecuencia. El calor se transfiere a la pieza por medio de ondas electromagnéticas, sin entrar en contacto directo con cualquier llama y, además, el producto no se “contamina”. Es por tanto un proceso muy seguro y controlado.
Este sistema de calentamiento te permitirá mejorar en gran medida tus trabajos de soldadura. No solo realizas tu trabajo en las mejores condiciones de productividad o eficiencia energética, sino que también repercute en una mayor calidad de este.
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